Crisis Humanitarias 2025: Los 20 países en mayor riesgo y sus desafíos globales
El año 2025 se perfila como un período desafiante en el panorama global, marcado por una serie de crisis humanitarias que afectan a millones de personas en todo el mundo. Los conflictos armados, el cambio climático, las desigualdades económicas y la fragilidad política seguirán siendo las principales causas de desplazamientos masivos, inseguridad alimentaria y emergencias sanitarias. A continuación, presentamos un análisis detallado de los países que enfrentan las crisis humanitarias más graves y sus posibles implicaciones.
1. Afganistán
Afganistán sigue siendo un símbolo de las crisis humanitarias complejas. La retirada internacional en años previos dejó un vacío político que resultó en un retroceso significativo de los derechos humanos, especialmente para mujeres y niñas, que ahora enfrentan restricciones extremas en la educación y el trabajo. La sequía persistente ha agravado la escasez de alimentos, afectando a más del 60% de la población que vive en condiciones de inseguridad alimentaria.
En 2025, la economía afgana está al borde del colapso debido a sanciones internacionales y la suspensión de la ayuda externa. Las comunidades rurales enfrentan desplazamientos masivos hacia las ciudades, mientras los actores humanitarios luchan por operar en un entorno donde las necesidades superan con creces los recursos disponibles. Esta combinación de factores coloca a Afganistán en el epicentro de una crisis prolongada que amenaza con desbordarse a la región circundante.
2. Sudán
Sudán, tras la transición política fallida, se enfrenta a una escalada de violencia en múltiples frentes. Los enfrentamientos en regiones como Darfur han desplazado a más de cuatro millones de personas, mientras que las luchas internas entre facciones militares paralizan cualquier intento de estabilización. La población civil, atrapada en el fuego cruzado, sufre niveles extremos de inseguridad alimentaria y acceso limitado a servicios básicos.
En 2025, el cambio climático amplifica los problemas existentes, con sequías y lluvias erráticas que destruyen cosechas y exacerban las tensiones sobre los recursos hídricos. Los refugiados sudaneses han sobrecargado los sistemas humanitarios de países vecinos, mientras la comunidad internacional enfrenta enormes desafíos para negociar acuerdos duraderos de paz.
3. Siria
Tras más de una década de conflicto, Siria sigue siendo un terreno devastado donde las esperanzas de recuperación son escasas. La guerra ha dejado más de 12 millones de desplazados, muchos de los cuales viven en condiciones precarias en campos de refugiados dentro y fuera del país. Las infraestructuras son críticas, como hospitales y escuelas, permanecen en ruinas, lo que agrava la crisis de salud pública y limita las oportunidades educativas.
En 2025, la falta de voluntad política para resolver las tensiones internas y externas perpetúa el sufrimiento de la población siria. Las sanciones económicas internacionales y la fragmentación del poder impiden la reconstrucción, mientras la crisis económica eleva los precios de alimentos y bienes esenciales, empujando a millones de personas a la pobreza extrema.
4. Yemen
Yemen continúa liderando las listas de crisis humanitarias debido a su guerra prolongada, que ha dejado más de 20 millones de personas necesitadas de ayuda urgente. Las infraestructuras, como hospitales y sistemas de agua potable, han sido destruidas sistemáticamente, mientras la población enfrenta brotes recurrentes de enfermedades como el cólera. En 2025, la situación es crítica, con niños que sufren desnutrición severa y familias que dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
El bloqueo económico y las divisiones políticas entre las partes en conflicto dificultan los esfuerzos de paz. Mientras tanto, el cambio climático también juega un papel, con sequías e inundaciones que destruyen cultivos y aumentan la dependencia de la ayuda externa. Yemen es un ejemplo claro de cómo los conflictos armados exacerban los desastres humanitarios.
5. Etiopía
Aunque el conflicto en Tigray ha disminuido en intensidad, Etiopía sigue enfrentando duros desafío. En 2025, las tensiones étnicas en regiones como Amhara y Oromia generan desplazamientos continuos y aumentan la inseguridad. Millones de personas necesitan ayuda alimentaria urgente, mientras la sequía persistente en el Cuerno de África afecta gravemente los medios de vida agrícolas.
La falta de acceso a servicios básicos, como la atención médica y la educación, perpetúa un ciclo de pobreza en las áreas rurales. Además, los esfuerzos internacionales para consolidar la paz enfrentan resistencia debido a la fragmentación política y la desconfianza entre las comunidades. Etiopía está en una encrucijada que determinará su futuro humanitario.
6. República Democrática del Congo
En la República Democrática del Congo, la violencia provocada por grupos armados sigue desplazando a comunidades enteras. En 2025, los enfrentamientos en regiones ricas en minerales, como Kivu del Norte, se han intensificado debido a la competencia por recursos. Esta violencia alimenta un ciclo de pobreza, desplazamiento y explotación laboral.
La inseguridad alimentaria es otro problema crítico, con millones enfrentando hambre extrema. Las enfermedades, como el ébola y la malaria, exacerban las condiciones ya desesperadas. A pesar de los esfuerzos humanitarios, las zonas rurales siguen siendo difíciles de alcanzar debido a la falta de infraestructura y la inseguridad en el terreno.
7. Ucrania
La guerra en Ucrania dejó un impacto devastador en la población, con millones de desplazados internos y refugiados en toda Europa. En 2025, la reconstrucción sigue siendo un desafío monumental, con infraestructuras clave como carreteras, escuelas y hospitales aún en ruinas. Las minas terrestres y los restos de explosivos representan una amenaza diaria para las comunidades rurales.
El conflicto también ha tenido un impacto profundo en la economía, con una inflación creciente que afecta el acceso a bienes básicos. A pesar de los esfuerzos internacionales para financiar la recuperación, la magnitud de la destrucción requiere un compromiso a largo plazo por parte de los donantes y gobiernos aliados.
8. Haití
Haití sigue enfrentando una crisis multidimensional en 2025, caracterizada por un colapso político y un auge de la violencia de pandillas. Esta inseguridad ha desplazado a miles de personas, mientras el acceso a alimentos y agua potable se vuelve cada vez más precario. La falta de gobernabilidad efectiva dificulta los esfuerzos internacionales para estabilizar el país.
El cambio climático también afecta gravemente a Haití, con tormentas tropicales e inundaciones que destruyen cultivos y viviendas. Estas crisis combinadas han llevado a una de las peores emergencias humanitarias de la región, donde millones dependen de la ayuda internacional para sobrevivir.
9. Somalia
Somalia sigue siendo uno de los países más afectados por el cambio climático en 2025, con sequías recurrentes que han dejado a millones al borde de la inanición. Estas condiciones extremas han forzado a comunidades agrícolas y ganaderas a abandonar sus tierras en busca de recursos básicos. Las sequías se combinan con inundaciones repentinas que destruyen los pocos cultivos disponibles, exacerbando la inseguridad alimentaria.
Por otro lado, los conflictos armados entre el gobierno y grupos extremistas, como Al-Shabaab, continúan desplazando a miles de personas. Las operaciones humanitarias enfrentan serias limitaciones debido a la inseguridad y la falta de acceso a las regiones más afectadas. A pesar de los esfuerzos internacionales, el camino hacia la estabilidad sigue siendo incierto.
10. Myanmar
El golpe militar de 2021 dejó a Myanmar en una crisis prolongada que persiste en 2025. La represión contra la disidencia ha llevado a un desplazamiento masivo tanto interno como transfronterizo. Las minorías étnicas, como los rohinyás, enfrentan persecuciones sistemáticas, mientras que las zonas rurales sufren el impacto de los enfrentamientos entre las fuerzas armadas y los grupos de resistencia.
La economía del país está paralizada, con sectores clave como la agricultura y el comercio internacional en declive. Esto agrava las condiciones de pobreza extrema, afectando a millones de personas que dependen de la ayuda externa para sobrevivir. Las sanciones internacionales y la falta de soluciones políticas perpetúan la crisis.
11. Sudán del Sur
Desde su independencia en 2011, Sudán del Sur ha luchado por lograr la estabilidad. En 2025, los enfrentamientos entre grupos étnicos y las divisiones políticas internas han desplazado a millones de personas, mientras las sequías y las inundaciones contribuyen a la inseguridad alimentaria extrema. Más del 70% de la población depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
El acceso limitado a la educación y la atención médica perpetúa un ciclo de pobreza y desigualdad. A pesar de los acuerdos de paz firmados en años anteriores, la implementación sigue siendo débil, lo que frena cualquier progreso significativo hacia la recuperación.
12. Líbano
Líbano atraviesa una crisis económica sin precedentes que, en 2025, ha llevado a niveles alarmantes de pobreza. La inflación descontrolada y la devaluación de la moneda han hecho inaccesibles los bienes básicos para la mayoría de la población. Además, la falta de electricidad y agua potable agrava las condiciones de vida de millones de personas.
La crisis también ha impactado gravemente a los refugiados sirios que residen en el país, quienes enfrentan discriminación y falta de acceso a servicios esenciales. Las tensiones sociales y políticas dificultan cualquier intento de implementar reformas estructurales, dejando a Líbano atrapado en un círculo vicioso de colapso económico y crisis humanitaria.
13. Venezuela
En 2025, Venezuela sigue enfrentando una de las crisis migratorias más grandes del mundo, con millones de personas que han abandonado el país en busca de mejores condiciones de vida. La economía sigue en declive, con hiperinflación y escasez de alimentos y medicinas que afectan a la población más vulnerable.
La crisis humanitaria también tiene un impacto significativo en los países vecinos, que luchan por proporcionar servicios básicos a los refugiados venezolanos. A pesar de los intentos de mediación internacional, la falta de voluntad política para abordar las raíces del problema impide cualquier avance hacia la recuperación.
14. República Centroafricana
La República Centroafricana sigue siendo uno de los países más pobres del mundo, con conflictos armados que desplazan a miles de personas cada año. En 2025, las tensiones entre grupos armados y comunidades locales han aumentado, exacerbando la inseguridad alimentaria y limitando el acceso a la ayuda humanitaria.
La extracción de recursos naturales, como diamantes y oro, continúa siendo un factor que alimenta el conflicto, mientras las comunidades locales no se benefician de estas riquezas. Las enfermedades, como el cólera y la malaria, agravan aún más la crisis humanitaria en este país olvidado.
15. Pakistán
Pakistán enfrenta una creciente frecuencia de desastres naturales debido al cambio climático, como inundaciones masivas y olas de calor extremas. En 2025, millones de personas han sido desplazadas por estas catástrofes, lo que ejerce una enorme presión sobre los recursos del país.
Además, la inestabilidad política y la creciente inflación dificultan la implementación de programas de ayuda efectiva. Las áreas rurales son las más afectadas, con comunidades enteras que luchan por acceder a alimentos, agua potable y atención médica.
16. Nigeria
La insurgencia de Boko Haram y otros grupos armados en el noreste de Nigeria sigue causando desplazamientos masivos. En 2025, más de dos millones de personas están desplazadas internamente, mientras que las comunidades locales enfrentan niveles alarmantes de inseguridad alimentaria.
El cambio climático también juega un papel importante, con desertificación y reducción de las tierras cultivables que afectan a millones de agricultores. La combinación de violencia, pobreza y desastres naturales convierte a Nigeria en un epicentro de crisis humanitaria en África Occidental.
17. Mozambique
En Mozambique, los ataques de grupos extremistas en la región de Cabo Delgado han desplazado a cientos de miles de personas. En 2025, esta situación se agrava con los efectos del cambio climático, como ciclones devastadores que destruyen viviendas y cultivos.
La inseguridad en el norte del país dificulta los esfuerzos humanitarios, mientras las comunidades locales luchan por reconstruir sus vidas. A pesar de los intentos del gobierno por estabilizar la región, la falta de recursos y coordinación internacional sigue siendo un desafío significativo.
18. Chad
Chad es uno de los países más afectados por la desertificación en 2025. Las comunidades pastoriles y agrícolas han perdido sus medios de vida debido a la falta de agua y el deterioro de las tierras cultivables. Esto ha llevado a un aumento significativo en el desplazamiento interno y la inseguridad alimentaria.
Además, los conflictos en países vecinos como Sudán y República Centroafricana han generado un flujo constante de refugiados, lo que ejerce una enorme presión sobre los limitados recursos del país. La respuesta humanitaria en Chad necesita urgentemente una mayor atención y financiación internacional.
19. Camerún
Camerún enfrenta una crisis humanitaria persistente, exacerbada por el conflicto entre las regiones anglófonas y el gobierno central. En 2025, estas tensiones políticas han desplazado a cientos de miles de personas, quienes viven en condiciones precarias en campos dentro del país o en países vecinos. La violencia continúa impidiendo que las organizaciones humanitarias lleguen a las comunidades más necesitadas.
Además, Camerún alberga un gran número de refugiados procedentes de la República Centroafricana y Nigeria, lo que ejerce una presión significativa sobre sus limitados recursos. La inseguridad alimentaria, agravada por sequías y la reducción de la producción agrícola, afecta a millones de personas, aumentando la necesidad de una intervención internacional coordinada.
20. Palestina
En 2025, la situación en los territorios palestinos continúa deteriorándose debido a la ocupación, las restricciones de movimiento y los enfrentamiento. La Franja de Gaza sigue enfrentando cortes constantes de electricidad y acceso limitado a agua potable, lo que agrava las condiciones de vida para sus residentes. La falta de acceso a atención médica y medicamentos esenciales es otro problema grave que afecta tanto a Gaza como a Cisjordania.
La inestabilidad política y los desafíos económicos han llevado a un aumento del desempleo y la pobreza, particularmente entre los jóvenes. Las restricciones a la ayuda internacional complican aún más la situación, dejando a millones de palestinos dependiendo de una red de ayuda humanitaria cada vez más sobrecargada. Sin embargo, se espera una mejora en la ayuda humanitaria debido al reciente alto al fuego.
El análisis de estos 20 países evidencia la magnitud de las crisis humanitarias en 2025. Estas situaciones destacan cómo factores interrelacionados, como conflictos prolongados, desastres climáticos y desigualdades estructurales, generan un impacto devastador en las poblaciones vulnerables. La comunidad internacional tiene la responsabilidad y la oportunidad de intervenir-. Actuar con rapidez y compromiso puede marcar la diferencia entre el sufrimiento continuado y la esperanza de un futuro más estable.